Estamos frente a un dato alarmante que ha sido revelado recientemente: la mayoría de los grandes lagos naturales y los embalses están perdiendo agua. Según una investigación publicada el 18 de mayo de 2021 en Science, el 53% de estos cuerpos acuáticos han experimentado una pérdida de volumen en las últimas tres décadas.
La magnitud de la pérdida de agua en los lagos y embalses del mundo
Pérdida significativa entre 1992 y 2020
El estudio destaca que, desde 1992 hasta 2020, se ha producido una disminución notable equivalente a 602.28 mil millones de metros cúbicos de agua. Esta cifra es comparable a la totalidad del consumo de agua en Estados Unidos durante el año 2015 o bien, diecisiete veces el volumen del lago Mead, el mayor embalse estadounidense.
Influencia del cambio climático y la actividad humana
Este fenómeno preocupante es atribuido al calentamiento global, incremento en la demanda por evaporación e intensificación del uso humano del agua. La sedimentación también tiene un papel importante como causa principal de las pérdidas en los depósitos.
Transitamos hacia un tema más específico para entender mejor estas causas.
Análisis detallado de las causas: sequía y actividad humana
Cambio climático y evolución de la demanda humana
Los investigadores utilizaron datos satelitales, modelos climáticos y modelos hidrológicos para estudiar la superficie de 1.972 de los mayores lagos del mundo. Los resultados indican que el cambio climático y el aumento de la demanda por evaporación, junto con el uso humano intensivo del agua, son los principales culpables de estas pérdidas.
Impacto significativo en los ecosistemas acuáticos
Es crucial mencionar las graves implicaciones que este fenómeno tiene sobre nuestros ecosistemas acuáticos. Alrededor de un cuarto de la población mundial vive en una zona donde un lago o embalse está disminuyendo su volumen. Los lagos representan el 87% del agua dulce líquida en la Tierra, siendo recursos vitales para consumo humano, agricultura y generación eléctrica.
Ahora profundicemos en cómo el cambio climático interviene en este panorama.
El papel del cambio climático en nuestros ecosistemas acuáticos
Cambio climático: un factor decisivo
La alteración climática no solo tiene un impacto directo a través del calentamiento global sino también indirectamente a través de patrones meteorológicos extremos y sequías más frecuentes.
Efecto dominó: pérdida de biodiversidad y desequilibrio ecológico
Es importante resaltar que la disminución del volumen de agua puede producir una serie de efectos secundarios devastadores, incluyendo la pérdida de biodiversidad y un grave desequilibrio ecológico.
Vamos a considerar ahora los datos más alarmantes revelados por el estudio.
Evidencia alarmante: se han perdido 600 kilómetros cúbicos de agua desde 1992
Una disminución sin precedentes
Las cifras son escalofriantes. Desde 1992, se constata una disminución de 602.28 mil millones de metros cúbicos de agua. Esto, como hemos mencionado anteriormente, equivale a la totalidad del consumo de agua en Estados Unidos durante el año 2015 o diecisiete veces el volumen del lago Mead.
Habiendo presentado estos datos preocupantes, es necesario considerar también cómo este fenómeno está afectando a las regiones húmedas a nivel global.
Las regiones húmedas también se ven afectadas por la reducción de los niveles de agua
Pérdida acelerada de humedales
No solo los grandes lagos y embalses están sufriendo esta pérdida de volumen. Las regiones húmedas alrededor del mundo también están experimentando una reducción acelerada en sus niveles de agua.
Para entender mejor lo que está sucediendo, repasemos el alcance y la metodología detrás del estudio que reveló estos resultados inquietantes.
Un estudio sin precedentes sobre 1.972 cuerpos de agua
Método científico aplicado
Los investigadores combinaron datos satelitales con modelos climáticos y hidrológicos para estudiar la superficie y cambios en volumen en 1.972 de los mayores lagos del planeta.
A pesar de todo, existe un margen para la esperanza y la acción.
Movilización y esperanza: todavía no es demasiado tarde para actuar
El llamado a la acción
Los científicos y los investigadores están haciendo un llamado urgente para proteger estos ecosistemas acuáticos cruciales. Es necesario tomar medidas para preservar los lagos y embalses naturales a fin de garantizar su sostenibilidad para las futuras generaciones.
A modo de reflexión final, debemos recordar que este informe revela una realidad preocupante sobre nuestros recursos hídricos vitales. Pero también nos recuerda nuestra responsabilidad colectiva en el cuidado del agua. La pérdida de agua dulce tiene implicaciones serias tanto para los humanos como para los ecosistemas que dependen de ellas, poniendo en peligro nuestras vidas, medios de subsistencia y biodiversidad global. Sin embargo, aún hay tiempo para actuar si comenzamos ahora. El futuro depende de ello.
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