Una enfermera originaria de la República de Moldavia, que cuidó a una mujer de 87 años de Venecia, Italia durante la pandemia, se llevó el golpe de su vida, luego de que la mujer a la que cuidaba le entregara la suma de 127.000 euros . Afirmó que su esposo era un rehén en Afganistán y que necesitaba dinero.
Impresionada por la historia del pañuelo, la anciana confió en ella, sin darse cuenta de que lo único que la mujer tenía en mente era engañarla.
El cuidador está acusado de aprovecharse de la anciana para conseguir el dinero en varias ocasiones, no siendo finalmente devuelto el importe.
La mujer de 40 años, cuyo nombre es Lucia Cojocaru, fue citada para comparecer ante el juez penal de Venecia, Stefano Manduzio. El proceso hace referencia a los hechos ocurridos durante el confinamiento por el Covid, durante el cual la mujer de 87 años se quedó sola. Su hija estaba atrapada en Roma y su marido había muerto hacía un año.
Durante ese período, según la denuncia presentada ante las autoridades, la cuidadora le confesó que estaba seriamente preocupada por la suerte de su marido, un presunto médico desertor de Afganistán, que estaba retenido como rehén y que sólo podía ser liberado si el el dinero necesario estaba disponible. La anciana quedó impresionada por la situación de la moldava y accedió a ayudarla con sumas de dinero pagadas en varios plazos, disponibles mediante transferencia bancaria o mediante recargas en la tarjeta Postapay.
Badanta le habría aconsejado a la anciana que no le mencionara estos préstamos a su hija. Pero en algún momento, la hija comenzó a sospechar y, al revisar la cuenta corriente de su madre, notó las enormes transferencias. Finalmente, la víctima fue confrontada y logró contar lo sucedido.
La anciana tuvo dificultades para reconstruir la historia porque sufre problemas de audición. Luego se entrevistó a la hija, quien confirmó lo dicho por la madre respecto a la denuncia presentada ante el fiscal. Finalmente, el médico de la anciana se presentó como testigo, pero no pudo brindar datos precisos sobre el estado de la mujer durante ese período.
La defensa, representada por los abogados Antonio y Gianmarco Bondi, quiere demostrar que no hubo elusión de la incapacidad y que Lucía fue a su vez víctima de una estafa sentimental montada por una organización, en cuyo nombre presentó una denuncia. La audiencia continuará el 20 de enero con más testimonios, según Il Gazzettino.